Contra el Dortmund, no valen las excusas
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Quedan escasas horas para que el balón eche a rodar en el Westfalenstadion de Dortmund. Para que Real Madrid y Borussia se vean las caras en las semifinales de la Champions League. Para que culmine uno de los dos grandes eventos que tendrán lugar en la que es la semana más importante de la temporada para el club blanco. La Décima depende de esta semana. Once años de espera por esa final de la Copa de Europa que no termina de llegar. Y eso son palabras mayores.
Afortunadamente para los intereses blancos, casi todo juega en favor del Real Madrid. No es así el extraordinario fútbol que despliega este Borussia Dortmund, que ya le mojó la oreja en la fase de grupos. Ni mucho menos. Pero este Madrid tampoco es el mismo de entonces. De hecho, este equipo atraviesa su mejor momento de la temporada, con un 2013 casi impoluto después de superar ese abismo que se le planteó en febrero, con dos órdagos casi consecutivos de Barcelona y Manchester United, en Copa y Champions, respectivamente.
Asimismo, José Mourinho cuenta con toda su plantilla. Bueno, casi. A excepción de los recientemente lesionados Marcelo y Luka Modric. Bajas notables, pero no vitales. Porque podrá faltar profundidad de banquillo quizás, pero no en el once inicial, donde no preocupa ni la ausencia de Michael Essien, ni la de Álvaro Arbeloa. Están los que vienen sosteniendo al Real Madrid al máximo de sus posibilidades, los que intimidan con su mera presencia, los que pueden desequilibrar un partido. Y además, con las pilas cargadas a tope.
Por ello han convertido la Liga en ‘una competición clandestina’ (Zubizarreta dixit). Por ello se pidió también cambiar las fechas de los Clásicos de Liga. Y es ahora cuando este Madrid debe responder por todo ello. No valen maldiciones germanas. No valen arbitrajes sospechosos, ni castañuelas con las manos. No valen los cansancios. A priori, el Real Madrid llega en la situación que casi todo madridista hubiera deseado en diciembre. El fútbol y el Borussia podrán apear a este Real Madrid de la Champions League, pero ya no las excusas.
Afortunadamente para los intereses blancos, casi todo juega en favor del Real Madrid. No es así el extraordinario fútbol que despliega este Borussia Dortmund, que ya le mojó la oreja en la fase de grupos. Ni mucho menos. Pero este Madrid tampoco es el mismo de entonces. De hecho, este equipo atraviesa su mejor momento de la temporada, con un 2013 casi impoluto después de superar ese abismo que se le planteó en febrero, con dos órdagos casi consecutivos de Barcelona y Manchester United, en Copa y Champions, respectivamente.
Por ello han convertido la Liga en ‘una competición clandestina’ (Zubizarreta dixit). Por ello se pidió también cambiar las fechas de los Clásicos de Liga. Y es ahora cuando este Madrid debe responder por todo ello. No valen maldiciones germanas. No valen arbitrajes sospechosos, ni castañuelas con las manos. No valen los cansancios. A priori, el Real Madrid llega en la situación que casi todo madridista hubiera deseado en diciembre. El fútbol y el Borussia podrán apear a este Real Madrid de la Champions League, pero ya no las excusas.